domingo, 18 de noviembre de 2012

Me envía un amigo esta noticia  por mail.

Los noticiarios del domingo se harán eco. Además, ahora me entero de que Fofito se llama en realidad Alfonsito. Siempre se aprende algo, pero los Payasos de la Tele nos dejaron inextricables misterios, frases tan enigmáticas como: “Vamos de paseo en un auto nuevo (y feo) pero no me importa porque llevo torta”. ¿A qué tipo de torta se refieren?, ¿es un pastel o una abolladura en el auto nuevo y feo?, ¿de qué marca era ese coche tan feo.
Por aquella época mi padre se compró un R12-S amarillo. El amarillo del R12-S sólo se puede describir así: Color Amarillo R12-S. Si la empresa de acuarelas Schmincke (o cualquier otra) descubriese un pigmento similar, yo lo compraría sin dudarlo; pero hasta hoy es imposible, la Renault guarda la formula en sobre cerrado; es tan misteriosa y tan propensa a elucubraciones como la de la Coca-Cola y se han oído rumores pesimistas que apuntan a que la formula del Amarillo R12-S se perdió para siempre en un incendio –nunca se aclaró si provocado o no– de la oficina central de la compañía en Boulogne-Billancourt. Al final de la canción Fofó cambia de marchas hasta llegar a la cuarta. El auto nuevo y feo tenía cuatro marchas como el R12-S amarillo de mi padre. Pero el Gordini que tuvo antes también tenía cuatro marchas, muchos coches tenían cuatro marchas. Yo era muy pequeño y me acuerdo más del R12-S porque se resistió al desguace como un jabato y duró una eternidad –hasta lo llegué a conducir–; el Gordini es una sombra en mi memoria, una sombra gris con escudo rojo en el morro y tapicería escocesa. Ninguno de los dos coches me resulta feo. Desconozco el gusto en coches de los Payasos de la Tele, lo cierto es que hoy ha muerto Miliki y la humanidad está muy lejos de descifrar sus misterios.
Misterios de la humanidad.

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