Las coincidencias que llaman tu atención no inspiran el ánimo de nadie más, esas coincidencias en las que te fijas no merecen mención ni ser publicadas. Recuerdas media morcilla en la carnicería que parecía Alexandre Dumas fotografiado por Étienne Carjat: algo que viste, es cierto, pero no hacía falta que nos lo contases.