viernes, 21 de octubre de 2011

El capítulo dedicado a Lluis Llach fue el más aburrido de los documentales que he visto en el programa “Musical.es”, aunque tampoco estuvo mal. Me cae bien el Lluis Llach por eso, pero no es la alegría de la huerta que digamos. La película toma como excusa el 30 aniversario de la canción “Campanadas a Mort” que escribió la misma noche de los sucesos de Vitoria de 1976, recorre la trayectoria del cantautor y termina con un concierto ante familiares de las víctimas de la masacre que cometió una policía franquista cuando Franco llevaba muerto meses y gobernaba Arias Navarro, Fraga era ministro de la gobernación y don Rodolfo Martín Villa jefe de relaciones sindicales. Fraga no sale en el documental, pero don Rodolfo sí, don Rodolfo da la cara. Para los vitorianos (y para la historia) los responsables políticos fueron Fraga y Martín Villa (Suárez, que sustituía a Fraga de viaje diplomático en Alemania durante los hechos, no se libra del todo).
He disfrutado mucho con las películas sobre músicos que he visto por las noches del domingo en La 2. Lo mejor que he visto en la televisión, la verdad. La primera que vi era sobre el pianista y cantante Bola de Nieve, la semana siguiente vi otra sobre el concierto de Miles Davis y su banda en la isla de Wight en 1970, siguieron, aunque no recuerdo el orden, una sobre una estancia de los Rolling Stones en la costa Azul francesa, otra en la que entrevistaban a Phil Spector antes del veredicto definitivo del juicio por asesinar a la actriz Lana Clarkson de un disparo en la boca. La entrevista era de música y Phil Spector, muy modesto, se equiparaba con Leonardo, Galileo y Einstein porque lo había inventado todo y desvelaba algo que no sabía la gente: que incluso era responsable de los éxitos de Scorsese que es un desagradecido y nunca le reconoció su generosidad por no haberle paralizado su primera película, “La ley de la Calle (Mean Streets)”, que empezaba con su “Be my baby” y Scorsese no le pidió permiso para usar la canción en la cabecera: la puso de gratis y eso que “La ley de la calle” obtuvo gran éxito y al músico le hubiese correspondido un buen pico, pero como Scorsese era principiante Phil lo dejó estar, pero se lo pensó, a punto estuvo de pararle el estreno y no lo hizo; y luego Scorsese nunca le llamo para las bandas sonoras de sus superproducciones, el desagradecido. En esto tenía razón Phil Spector que, por supuesto, también habló mucho de su Muro de sonido y de que sus cantantes eran prescindibles: lo importante eran sus canciones y sus incomparables producciones de discos. The Crystals e incluso The Ronettes eran sustituibles, y Tony Bennett es un cocainómano que conste, y el Muro de sonido revolucionó la música como Bach por lo menos y se lo deberían reconocer pero no lo hacen porque le tienen envidia, está mal que sea él quien lo diga y de hecho no quería decirlo, pero así es. Menudo tipo Phil Spector. El retrato que le hacen en el documental “El tormento y el éxtasis de Phil Spector” es la caricatura de alguien al que se le escapó la pinza hasta infinito y más allá. Un tronado de record. En la entrevista se intercalan escenas del juicio y termina la película con el primer veredicto: el juicio es nulo, no se demuestra la culpabilidad. Tiempo después le condenaron a 19 años de cárcel por el homicidio. En fín, Phil Spector compuso muy bonitas canciones que al principio interpretó él mismo con su grupo Teddy Bears y luego compartió con infinidad de artistas.







Otro excelente documental, bastante largo, repasaba la vida de Joe Strummer con entrevistas a otros miembros de los Clash, a amigos, ex novias, e hijas.





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