sábado, 13 de noviembre de 2010

Sant Antoni y el ranking trascendental



En la inauguración de un amigo pintor me puse al corriente de los rankings. Hacía tiempo que no nos veíamos porque está muy ocupado en exposiciones internacionales y empezamos a bromear con los rankings. Mi amigo hablaba de las páginas webs que se ocupan de puntuar a los artistas por sus exposiciones, siguen la trayectoria y les numeran en un ranking. Él, que últimamente ha sido invitado a varias bienales internacionales, me contaba orgulloso que ya es el número tres mil y pico, no recuerdo bien, pero reímos y brindamos por ello, le felicité sinceramente y le mostré mi admiración porque no es un mérito baladí. En estos rankings internacionales el primer artista español suele encontrarse bastante alejado de los primeros puestos. Ahora me complace percibir que esta situación cambiará pronto radicalmente gracias a un ranking infinitamente más trascendente que todos los de interné y que será encabezado por un artista español o catalán.
El pasado domingo en el mismo periódico que informaba sobre el premio nacional de Artes plásticas a S. S. y las negociaciones con la Baronesa me enteré de los trámites para la canonización de Gaudí. Se trataba en una columna con motivo de la visita del Papa y de la “Bula de promulgación” como basílica a la Sagrada familia. Se marchó el Papa y casi ni me entero de que había llegado. Qué veloz. Sé que ha abierto la boquita y ha molestado al gobierno, a las mujeres trabajadoras, a gays y a lesbianas, “bueno, el Santo Padre ha molestado a mucha gente pero sin intención de crear polémica”, justificaba un portavoz con sotana en televisión. Y lo de Gaudí sin resolverse, que era lo que me interesaba. Artista y santo. Eso sí es un premio de categoría. Gaudí no será el primer artista canonizado. Fra Angélico lo ha sido primero. Esto deja al arte contemporáneo a la altura del barro. Sí, Porque hay artistas que mueven literalmente montañas, como Fracis Alÿs; muy bonito eso de que la fe mueve montañas, pero montaña montaña… El mismo Alÿs reconoce que era una duna de arena (por poner un ejemplo con términos que suenan cercanos a la fe cristina). Hay arte que puede ser asombroso pero milagroso de verdad ya es otro nivel. Fra Angélico es el patrón de los artistas por algo. Ha tenido que lograr auténticos milagros para superar las pruebas del tribunal canonizador. Es un pedazo de artista. Y ahora Gaudí. Aunque los milagros de Gaudí son curaciones que todavía no pasan el juicio del jurado canonizador. No le han debido de salir muy bien. Es que Gaudí al final era un poquito torpe. No sabía ni cruzar la calle, se despistó, fue a cruzar y un tranvía lo mandó al Paraíso. No son los únicos. Debe de haber más artistas santos o por lo menos mártires. Por ejemplo, entre el Papa anterior y este han canonizado a centenares de mártires de la guerra española, la mayoría curas, monjas, hermanos maristas y otros religiosos. Entre tanto hábito y sotana tendría que haber alguien que pintase, dibujase, fuese ceramista o se dedicase a la cocina. Seguramente las Carmelitas Descalzas hornearían unos roscos de anís y huesos de santo divinos, y desde la participación de Adrià en la Documenta de Kassel todos sabemos que los cocineros son artistas indiscutibles. Aunque serían artistas anónimos, sin ranking ni trayectoria. No conozco más artistas de renombre canonizados por su arte devoto. Es algo que puede perjudicar a la autoría artística. Decir que a Fra Agélico le salían los cuadros de milagro, o que Antoni Gaudí proyectaba edificios de milagro porque no sabía ni cruzar la calle y toda su arquitectura, sus diseños de forja o de cerámica, sus métodos ingeniosos no eran más que intercesión divina, cuestiona su autoría, sus aptitudes artísticas: jugaban con ventaja. Con milagros cualquiera. Porque ambos, Fra Angélico y Gaudí podían ser incapaces. Unos análisis de ADN podrían demostrar en el futuro que Fra Angélico, sin ir más lejos, era daltónico. Pero acrecienta su santidad. Modestia y humildad, nada de vanidad artística, que la mano derecha no sepa que hacía la izquierda. No hay pecados capitales. Todo era obra del sacrificio, de exprimir sus aptitudes. Paradigmas del “ora et labora”
Desconozco cómo marcha ahora el ranking de artistas santos. Los defensores de la canonización de Gaudí afirman que será el primer artista santo porque Fra Angelico sólo es beato. Algo que ayudará a sacar pecho a los nacionalistas españoles y catalanes. Espero que no se lo disputen hasta la canonización definitiva, no vayan a entorpecer el proceso. No sé, no sé… No me aguanto: permítanme escarbar, meter los dedos por ahí. Dicen que Gaudí era muy pero que muy catalán. Sobre todo en su juventud. ¿Se puede ser catalanista y santo? A algún bigote español le puede dar un colapso. El vaticano decidirá, como ya decidió que no se puede ser mártir y vasco cuando excluyó de su lista a los sacerdotes y religiosos de este bando nacionalista. He encontrado un precedente (de santo artista, no de catalanista): San Lázaro el Ikonógrafo, pero no he visto ninguno de sus iconos para apreciar sus habilidades. Lo cierto es que las artes visuales deben de ser más  laicas o pecadoras que otras porque entre poetas místicos ya hay unos cuantos que han llegado a  santo.  Si hoy cualquier tema sirve para un proyecto de investigación, ¿por qué no este? Yo no tengo ganas, lo dejo a estudiantes desocupados.

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