domingo, 10 de octubre de 2010

¿Nunca he tenido la suerte de leer nada?

Sofía Mazagatos lo dijo: “pues le sigo hace tiempo, aunque nunca he tenido la suerte de leer nada de él”. Lo recordé al enterarme de lo del Nobel a Mario Vargas Llosa. La verdad es que llevaba tiempo pensando en estas palabras de Sofía Mazagatos porque a mí me sucedía algo parecido. Sólo parecido. Yo también le seguía hace tiempo pero sí he tenido la suerte de leer algo. Supongo que es una suerte, no lo sé porque no he leído ninguna novela suya. Nunca me había apetecido. Cada cosa tiene su momento y siempre se me ha colado un libro de otro. Para ser exactos, lo que últimamente me ha sucedido es que, más que yo seguir a Mario Vargas Llosa, era él quien me perseguía. No, no hace falta que un siquiatra me trate de paranoia persecutoria. Ya sé por la prensa que Vargas Llosa da clases en Princeton y vive en Nueva York o sea que no me sigue, esta demasiado ocupado, pero su omnipresencia ha hecho que me tope continuamente con él. Mario Vargas Llosa se me viene cruzando desde hace tiempo aunque no he encontrado la ocasión de hacerle caso. Y no puedo decir que no he leído nada de él. Sí, he tenido la suerte de leer algo. Por azar. Sin buscarlo se ha colado en las solapas de varios libros de escritores hispanoamericanos que he comprado. Por ejemplo, esta primavera se publicaron dos libros de autores peruanos, uno La palabra del mudo de Julio Ramón Ribeyro en Seix Barral y el otro La esposa del rey de las curvas de Bryce Echenique en Anagrama. En las solapas de ambos aparecen reseñas elogiosas de Vargas Llosa a sus compatriotas. Después enlacé este fervor peruano con Un mundo para Julius de Echenique y también aparecía el cumplidor Mario entrecomillado en la contraportada. En un documental sobre Bolaño, Mario Vargas Llosa y su sonrisa ocupan bastantes minutos. Ya me había minado, tendría que leer algo de este “otro peruano”. Las críticas literarias consideran a Bryce Echenique “el otro peruano”, el más joven que empezó a la sombra de Mario Vargas Llosa; de momento para mí “el otro peruano” es el ahora premio Nobel, el hispano-peruano ilustre que no he leído todavía.
Ya hace pocos años, cuando me interesaba por la figura de Le Corbusier me encontré a un joven periodista Vargas Llosa, corresponsal de la revista Primera Plana en París que entrevistaba a Niemeyer en un hotel. Sonó el teléfono. Niemeyer descuelga, balbucea y palidece. Cuelga. Ha muerto Le Corbusier, dice. Queda en silencio. Enmudece todavía más, porque no es muy ducho en palabras según Vargas Llosa que lo describe increíblemente torpe con las lenguas para ser un brillante arquitecto internacional; con las lenguas de Mario Vargas Llosa, se entiende, porque el entonces también joven arquitecto brasileño no habla español, el francés a duras penas, y nada de inglés, sólo portugués y así no hay manera de entenderse, ni de hilar una buena entrevista, vamos. La entrevista se interrumpe con la noticia pero el periodista encuentra su filón, sale del apuro con una estupenda crónica sobre la muerte de Le Corbusier. Esta crónica en Primera Plana que me impide afirmar rotundamente que no he leído nada del flamante Premio Nobel. http://www.magicasruinas.com.ar/revistero/internacional/internacional-la-muerte-arquitecto-lecorbusier.htm
Se burlaron de Sofía Mazagatos unos listos apresurados. Puede ocurrir que sigas a un escritor y no tengas la suerte de haberle leído, ¿porqué no? He buscado el contexto de las palabras de Sofía y me he encontrado con este blog donde opinan algo parecido. http://www.wikio.es/gente/modelos/sofia_mazagatos
Mucha gente tiene la misma suerte. Por eso la lotería toca tan poco. No hay que ser tan listo, ya vemos como en estos días se está siguiendo a Mario Vargas Llosa y por suerte o falta de ella hay quien tampoco le ha leído nada. Ahora se puede empezar a tener la suerte de leer un nuevo premio Nobel en lengua castellana sin esperar a las traducciones de toda su obra. ¿Y qué pasa? Tal como se las gasta la academia sueca seguramente casi nadie tendrá la suerte de haber leído nada del premio Nobel del año que viene.

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