lunes, 15 de abril de 2013




Como les cuento: me llegan solicitudes de amistad del Faceboock a mi correo; yo las abro, acepto la amistad y aprovecho para darme un paseo por allí. Se me hace difícil. Muy cuesta arriba, peor que una vuelta por la feria de artesanía medieval o por la feria de Arco. Primero me da flato en el costado y luego vértigo, una ligera agorafobia, supongo que es ligera pero es fobia en toda regla. ¡Cuánto arte!, hago correr la barra vertical derecha a toda pastilla, acelero, me quiero ir. Otro síntoma es mal de estómago, algo así como beber agua helada en ayunas.

El caso es que sí, digo que sí soy amigo de todo el mundo, del mundo del artisteo que, por cuestión gremial, es de donde vienen casi todas las solicitudes de colegas que no conozco de nada; ya sabemos como funciona esto, nadie me obliga pero prefiero hacerlo así, no selecciono amistades, la tabla rasa es lo más fácil para un indeciso. Tampoco son tantos, de momento 139 amistades, la mayoría artistas como digo, y críticos o comisarios o todo a la vez, y claro, muchos necesitan enseñar lo que hacen, mirad que chulo me está quedando, actualizan su muro para que veamos su imparable proceso creativo; los nostálgicos muestran lo que hicieron hace tiempo, mirad que interesante era esto que me he encontrado perdido en un cajón, para que veáis lo artistazo era entonces. Alguno incluso lee libros, de arte o de lo que sea, subraya, toma una foto con móvil –desenfocada y oscura de modo que nos dejaremos los ojos para leer lo que pone– y la publica con comentario; si el libro está en ingles mejor que mejor; en inglés y subrayado, este autor que, lo más seguro, no conocéis todavía por eso lo comparto aquí con todos vosotros, artistas compañeros que entendéis inglés. Bien pensado, lo del inglés no lo veo mal siempre que no esté publicado ya en español y aporte información novedosa. Caso destacado es el del artista amigo montañero que comparte páginas de un libro del buen y el mal rollito chino, con camino hacia el Tao incluido; fotografía páginas que marca con hojas de castaño que ha recogido en una excursión, es que soy montañero y marco las páginas con hojas frescas de castaño que se secan dentro del libro y también comparto fotos de mis escaladas artísticas; todo eso, el camino hacia el Tao, las hojas de castaño marcapáginas y las fotos de escalada artística dan verdadero vértigo, vértigo del bueno sin metáfora ni sutilezas de otro tipo. 

“Podéis permitiros empezar a pensar que no diréis nada a menos que sea interesante. Según lo veo yo, el 50 por ciento de lo que hago es malo, y así es como va a ser, y si no puedo aceptarlo, entonces es que no estoy hecho para esto. El truco está en saber qué es malo y no permitir que los demás lo vean.” 
Conversaciones con David Foster Walace
Pág. 46. Editorial Pálido Fuego, 2012. Traducción de José Luis Amores

En Facebook aprendo mucho. Veo lo difícil que es seguir el consejo que daba David Foster Walace con 31 años a unos estudiantes en 1993. Entonces era diferente, no proliferaban blogs, no existía Facebook. Yo he incumplido el consejo. No sé si el mismo Foster Wallace lo cumpliría ahora porque las opiniones cambian y 20 años son bastantes. A mí, me parece un buen consejo, lo fotografiaría para el Facebook subrayado en lápiz azul: “El truco está en saber qué es malo y no permitir que los demás lo vean”. Pero nunca subrayo libros, lo que hago es anotar el número de página de la cita que me interesa. Al no subrayar, me parece que en una relectura podría entender conceptos nuevos aunque sé que me arriesgo a no volver a encontrar aquella frase que debería haber subrayado.

¿Cómo saber qué es malo? ¿Dónde se pone la barra de medir? ¿Lo mediocre es malo? ¿La exigencia de DFW consideraría malo lo simplemente potable? He incurrido en lo que recrimino a mi Facebook. He publicado viejos dibujos perdidos en un cajón y muchas citas, aunque nada de lo expuesto aquí llegaba fresco de mi estudio. Hoy me voy a atrever, voy a hacer de amigo apremiante de Facebook y a seguir el consejo de DFW a la vez, porque esto que he fotografiado clavado en un pilar de mi taller –y les enseño al principio– es una pequeña muestra potable de hoy mismo. Les juro que he dado un sorbito y no me ha pasado nada malo.

“POTABLE”
 2013
 11 x 8 x 8 centímetros
Vaso de plástico, agua surtida del grifo de mi estudio y pagada a la Mancomunidad de Aguas, un clavo y un tirafondo de acero, taco de plástico y tinta de rotulador indeleble poco indeleble porque se ve que se está borrando

2 comentarios:

  1. Bueno, incumplamos todos. ¿No está este post en el lado del 50% interesante? Pincharé donde la F de Facebook.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, pinche, pinche y bienvenidas sean las visitas y la atención prestadas. Por lo visto Foster Walace era listo y sabía de mates, lógica y filosofía. Yo de eso, al menos en mates y filosofía siempre anduve pez, en lógica me hicieron un examen en bachillerato. Y así que no me borro del Facebook ni mucho menos.
    Saludos

    ResponderEliminar